- Supón que quedas con tu nómina para cenar a finales de mes. Algo normal, nada extraordinario. Lo suficiente como para mezclar el chili con las patatas crecs. Cuando os encontráis le subes con el dedo el tirante del sujetador. No es nada personal. Tampoco te cuesta ningún esfuerzo. Ella argumenta que siempre te andas fijando en la letra pequeña, cuando son los números de la derecha los que cuentan realmente. Después vais al cine. Cualquier cosa. The Italian job. Os marcháis a la mitad. Ella no puede soportar al actor principal y su mandíbula prominente. Como si tuviera un enjambre de abejas a punto de explotar. Empieza a dar pequeños pasos, una versión apopléjica de Judy Garland, que significa que quiere que la acompañes a casa. Una vez allí, se despide enojada. Al día siguiente tiene que ir al banco a primera hora y tú solo tratas de importunarla. Dime, quedarías con ella otra vez?
- Sí.
- ¿Lo ves? Siempre confundes amor y dinero.
Sublime la vuelta de Dormidina!
ResponderEliminarBien Dormidina ha vuelto y tiene nómina!
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